Platero es pequeño, peludo, suave;
tan blando por fuera, que se diría todo
de algodón, que no lleva huesos. Sólo
los espejos de azabache de sus ojos
son duros cual dos escarabajos de
cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y
acaricia tibiamente con su hocico,
rozándolas apenas, las florecillas rosas,
celestes gualdas...Lo llamo dulcemente:”¿Platero?”,
y viene a mí con un trotecillo alegre que
parece
que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas
mandarinas,
las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos
morados,
con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño o una
niña...; pero fuerte y
seco por dentro, como de piedra.
Cuando paso sobre él, los domingos, por las
últimas callejas del pueblo,
los hombres del campo vestidos de limpio despaciosos,
se quedan mirándolos:
-Tiene acero...
Tiene acero. Acero y plata de luna,
al mismo tiempo.
...
...
Texto escrito por Fátima.
ResponderEliminar¡A Platero también puedes dibujarlo en tu cuaderno!
Este fragmento te lo tienes que saber el próximo lunes. ¿Vale?
¡Tú puedes!
¡Vosotros y vosotras podéis!
Ok pero es un poco largo
EliminarLUIS Y CRISTIAN
pete
EliminarNo es un poco largo,es bastante largo...
ResponderEliminarMaría NB, 5º.
Yo creo que es un poco (largo)
EliminarLORENA (5º)