PROGRAMACIÓN
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ANDALUCÍA
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DIDÁCTICA
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Educación para la Ciudadanía
y los Derechos Humanos
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EDUCACIÓN PRIMARIA (3er Ciclo)
De acuerdo con DECRETO 230/2007, DE 31 DE JULIO, POR
EL QUE SE ESTABLECE LA ORDENACION Y LAS ENSEÑANZAS CORRESPONDIENTES A LA
EDUCACION PRIMARIA EN ANDALUCIA (BOJA 156/2007 DE 8 DE AGOSTO DE 2007) y la ORDEN
DE 10 DE AGOSTO DE 2007, por la que se desarrolla el currículo
correspondiente a la educación primaria en ANDALUCIA. Publicado en el BOLETÍN
OFICIAL DE LA JUNTA DE ANDALUCIA EL
30/08/2007
LOS PRINCIPIOS
DIDÁCTICOS
Los nuevos currículos
para la Educación Primaria especifican que pretenden dar respuesta y actualizar
los programas desde una perspectiva psicológica, científica, social y didáctica.
Analizando
las orientaciones generales de la etapa y las específicas para cada área se
extraen un conjunto de principios marco que garantizarán la coherencia entre
cursos y tramos de la programación didáctica. Estos principios son: impulso al
nivel de desarrollo del alumno y al desarrollo de competencias básicas,
favorecer la transferencia entre los contenidos y estimular la cooperación.
Considerar
el nivel de capacidad del alumno y estimular nuevos niveles de capacidad
Este
principio exige considerar los rasgos psicológicos generales característicos de
un grupo de edad y, también, los conocimientos que los alumnos han construido
con anterioridad y que condicionan la asimilación de los nuevos contenidos. La
investigación psicopedagógica desarrollada en este terreno ha demostrado que
las capacidades características del pensamiento lógico concreto se manifiestan
de manera muy diferente dependiendo de los conocimientos previos de los que parten los alumnos.
Por
ello, el estímulo al desarrollo del alumno exige compaginar el sentido o
significación psicológico y epistemológico. Se trata de armonizar el nivel de
capacidad, los conocimientos básicos y la estructura lógica de la disciplina.
Para ello, será necesario que los contenidos sean relevantes y se presenten
organizados.
Promover
el desarrollo de competencias básicas y específicas
En
una sociedad en la que los conocimientos se encuentran en permanente
transformación, el mejor legado que podemos dar a los alumnos es el de la
transmisión de los mecanismos necesarios que les permitan integrarse eficaz y
constructivamente en la sociedad en que viven para que, finalmente, incluso
puedan cooperar de manera personal en esas transformaciones.
Los
currículos actuales, aun destacando la vertiente conceptual en los contenidos,
subrayan en los objetivos generales de la etapa, en los objetivos de las áreas
y en los criterios de evaluación, la importancia de la adquisición de
herramientas de trabajo (análisis, esquemas, búsqueda y selección de
información significativa, etc.) que vayan articulando estrategias de
aprendizaje autónomo. Ello materializa una de las dimensiones de la educación
vinculadas al desarrollo de la función tutorial y orientadora a través de la
docencia: el enseñar a pensar y trabajar y el enseñar a emprender, mostrar
iniciativas y decidir.
La
LOE ya identifica, en los componentes del currículo, las competencias básicas.
Los currículos oficiales las han determinado de acuerdo a supuestos educativos
impulsados desde la Unión Europea y organismos internacionales. Las
competencias van a constituir un referente de capacidad en los alumnos para
saber hacer, para obrar; serán concretadas en las distintas áreas y
configurarán uno de los ejes esenciales para guiar el proceso de
enseñanza-aprendizaje y el proceso evaluador.
Estimular la transferencia y las conexiones entre
los contenidos por medio del enfoque globalizador
En
la Educación Primaria, es el área la forma básica de estructuración de los
contenidos. Esta forma de organización curricular facilita su tratamiento
riguroso y contribuye al desarrollo de la capacidad de análisis de los alumnos.
No obstante, la fragmentación del conocimiento puede dificultar su comprensión
y aplicación práctica. Debido a ello, es conveniente mostrar los contenidos
relacionados desde una perspectiva y enfoque globalizadores. Ello puede hacerse
tomando como referente el desarrollo de las competencias básicas a las que
ya hemos aludido; también y más concretamente, por medio de los contenidos
comunes-transversales, construyendo conceptos claves comunes y subrayando el
sentido de algunas técnicas de trabajo que permitan soluciones conjuntas a
ciertos problemas de conocimiento.
Contribuir
al establecimiento de un clima de aceptación mutua y de cooperación
Investigaciones
sobre el aprendizaje subrayan el papel del medio socionatural, cultural y
escolar en el desarrollo de los alumnos. En este proceso, la labor del docente
como mediador entre los contenidos y la actividad del alumno es esencial. La
interacción entre alumnos influye decisivamente en el proceso de socialización,
en la relativización de puntos de vista, en el incremento de las aspiraciones y
del rendimiento académico.
Los
objetivos de la etapa, los objetivos de las áreas y los criterios de evaluación
insisten en este aspecto. Será necesario diseñar experiencias de
enseñanza-aprendizaje orientadas a crear y mantener un clima de aceptación
mutua y de cooperación, promoviendo la organización de equipos de trabajo y la
distribución de tareas y responsabilidades entre ellos.
EDUCACIÓN
PARA
LA
CIUDADANÍA Y LOS D.H.
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DESCRIPCIÓN DEL ÁREA Y
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TRATAMIENTO METODOLÓGICO
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La incorporación de esta área por primera vez como materia
independiente en el currículo sitúa la preocupación por la ciudadanía en un
lugar muy destacado dentro del conjunto de las actividades educativas, en la
misma línea en que lo hacen los organismos internacionales como las Naciones
Unidas o el Consejo de Europa. También la Unión Europea insiste en la necesidad
de fomentar la ciudadanía responsable en una sociedad democrática como fórmula
para lograr la cohesión social y una identidad europea común.
El aprendizaje de la ciudadanía responsable, que engloba aspectos
relacionados con el conocimiento y el ejercicio de los derechos y responsabilidades
cívicas, exige un largo aprendizaje que se inicia cuando los niños establecen
relaciones afectivas, adquieren hábitos sociales y aprenden técnicas para
desarrollar un pensamiento crítico. Este aprendizaje requiere que se inicien en
la participación activa en el centro docente y en su comunidad y, en esa
medida, adquieran los rudimentos de la participación democrática basada en los
valores de solidaridad, cooperación, justicia, tolerancia y desarrollo
sostenible.
Como educación global, se conjuga la dimensión cognitiva con la
afectiva, y ambas con la dimensión moral. Desde la educación infantil y a lo
largo de la educación primaria, en las diferentes áreas, y especialmente en
Conocimiento del medio natural, social y cultural, se han venido trabajando
muchos aspectos que son objeto específico de esta nueva área: la propia
identidad y la del otro, aprender a escuchar, a guardar el turno, a compartir y
cuidar los materiales, a expresarse solo o con los demás, a relacionarse con
sus iguales y con los adultos. En definitiva, se han impulsado la autonomía personal,
la autoestima, la asunción de hábitos sociales, la manifestación del criterio
propio, el respeto a las opiniones ajenas y el respeto a los otros, el diálogo
y la negociación en caso de conflicto en el ámbito escolar y familiar.
Por ello, en el último ciclo de la educación primaria, momento en
el que se introduce el área, los niños están en condiciones de adoptar una perspectiva
más amplia para trascender los hábitos adquiridos en relación con el trabajo en
grupo, la participación en el funcionamiento de reuniones o asambleas de clase
y la práctica de hábitos sociales. Igualmente, los derechos humanos tienen
carácter universal y a esta edad los alumnos son capaces de entender este
ámbito y pueden adquirir conciencia de su pertenencia a una comunidad, a un
país y a una sociedad global.
El comienzo de la adolescencia es una etapa de transición en la
que se modifican las relaciones afectivas. Los preadolescentes se inician en
una socialización más amplia, de participación autónoma en grupos de iguales,
asociaciones diversas, etc. Conviene preparar la transición a la educación
secundaria y al nuevo sistema de relaciones interpersonales e institucionales
que suponen una participación basada en la representación o delegación y que
requieren un entrenamiento, y esta área es un ámbito privilegiado para ello.
La educación democrática es el resultado de la acción de muchos
agentes y muchas instituciones. El ámbito educativo, nuestro primer campo de
acción, debe intentar conjugar de modo coherente la acción de la escuela, la
familia y el entorno comunitario en que están insertas. Los contenidos del área
parten de lo personal y del entorno más próximo: la identidad, las emociones,
el bienestar y la autonomía personal, los derechos y responsabilidades
individuales, la igualdad de derechos y las diferencias. De la identidad y las
relaciones personales se pasa a la convivencia, la participación, la vida en
común en los grupos próximos. Finalmente, se abordan la convivencia social que
establece la Constitución y los derechos y las responsabilidades colectivas.
Por tanto, el recorrido propuesto va de lo individual a lo social.
En la adaptación del área a la Comunidad autónoma se han destacado
dos componentes básicos:
1. El funcionamiento democrático de las Instituciones políticas y
ciudadanas andaluzas y la atribución de derechos y deberes que su existencia
supone.
De acuerdo con su edad y capacidades se darán a conocer a los
alumnos el carácter democrático de las principales instituciones jurídicas y
políticas de Andalucía: los elementos fundamentales del Estatuto de Autonomía,
la gestión democrática de los Ayuntamientos (las elecciones como expresión de
la voluntad popular, la elección del alcalde, los concejales), las diversas
asociaciones ciudadanas.
Los estudiantes deberán conocer la gestión de la democracia que
realizan las instituciones autonómicas y su legitimidad, obtenida por la
delegación que en ellas depositan los andaluces; los métodos democráticos que
se deben emplear en su gestión y el deber que tienen de servir a los intereses
generales de los ciudadanos.
2. El valor de la concordia, la cooperación, el pacto, la libertad
de establecer pactos y el respeto a lo pactado son virtudes cívicas
especialmente importantes en la historia y el derecho andaluz. El concepto
contemporáneo de ciudadanía puede atender perfectamente estos valores
tradicionales y traducirlos a nuestra sociedad actual.
En efecto, una educación para la ciudadanía debe potenciar la
voluntad de cooperación y de acuerdo. El diálogo consciente y fructífero busca
llegar a acuerdos entre los hablantes. Estos acuerdos libre y conscientemente
asumidos son el origen de valores, normas y derechos para la comunidad que los
asume y constituyen un importante principio para la comprensión del funcionamiento
de las sociedades democráticas.
Junto a la valoración del acuerdo y el pacto, debe siempre
insistirse en la referencia necesaria de todos los pactos a los valores
universales que se concretan en los Derechos Humanos. El valor de la
cooperación, como sistema de aprendizaje y como sistema de actuación en la
sociedad, debe estar especialmente presente en el currículo de primaria.
Trabajar junto con los otros, con los compañeros, ser capaces de asumir tareas
colectivamente y sentirse unidos como una comunidad que colabora constituye un
buen principio de educación ciudadana. Los alumnos deben entender, a partir de
experiencias próximas (equipos deportivos, grupos de trabajo, etc.), cómo la
cooperación con los demás es imprescindible para la realización de muchas
tareas y cómo es imposible vivir en sociedad sin colaborar con los otros. Esta
interacción debe explicarse como algo cada vez más complejo, partiendo desde la
reflexión sobre la colaboración espontánea hasta la constitución de una serie
de acuerdos o reglas aceptadas por todos y que todos se comprometen a cumplir:
reglas de comportamiento, reglas deportivas, reglas de actuación, etc. La idea
de que debe cumplirse lo pactado es una idea fuerza del derecho andaluz y lo
debe ser de la sociedad democrática que pretendemos construir. La
responsabilidad que de ello se desprende es educativa para los alumnos de
primaria, que pueden entender perfectamente que las reglas acordadas deben
cumplirse y defenderse cuando los favorecen, pero también cuando puntualmente
les son desagradables o cuesta esfuerzo cumplirlas.
La Educación para la Ciudadanía tiene una relación directa con la
competencia social y ciudadana, pero contribuye también a la adquisición de
competencias básicas como la competencia en comunicación lingüística, la
competencia en el tratamiento de la información y competencia digital, la
competencia de aprender a aprender y la competencia de autonomía e iniciativa
personal.
Los contenidos se organizan en tres bloques, en los que los
conceptos, los procedimientos y las actitudes se abordan desde una perspectiva
integrada.
El bloque 1, Individuos y
relaciones interpersonales y sociales, trata los
aspectos personales: la autonomía y la identidad, el reconocimiento de las
emociones propias y de los demás. Propone un modelo de relaciones basado en el
reconocimiento de la dignidad de todas las personas, del respeto al otro aunque
mantenga opiniones y creencias distintas a las propias, de la diversidad y los
derechos de las personas. A partir de situaciones cotidianas, se aborda la
igualdad de hombres y mujeres en la familia y en el mundo laboral. Un aspecto
prioritario, relacionado con la autonomía personal, es siempre la asunción de
las propias responsabilidades.
El bloque 2, La vida en
comunidad, trata de la convivencia en las relaciones
con el entorno, de los valores cívicos en que se fundamenta la sociedad
democrática (respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, ayuda mutua,
cooperación y cultura de la paz), de la forma de abordar la convivencia y el
conflicto en los grupos de pertenencia (familia, centro escolar, amigos,
localidad) y del ejercicio de los derechos y deberes que corresponden a cada
persona en el seno de esos grupos, identificando la diversidad, rechazando la
discriminación y valorando la participación y sus cauces. Asimismo, desde el
reconocimiento de la diversidad cultural y religiosa presente en el entorno inmediato,
se puede trabajar el respeto crítico por las costumbres y modos de vida
distintos al propio y permite proporcionar elementos para identificar y
rechazar situaciones de marginación, discriminación e injusticia social.
El bloque 3, Vivir en
sociedad, propone un planteamiento social más amplio:
la necesidad y el conocimiento de las normas y principios de convivencia establecidos
por la Constitución y el Estatuto de Autonomía, el conocimiento y la valoración
de los servicios públicos y de los bienes comunes, así como las obligaciones de
las administraciones públicas y de los ciudadanos en su mantenimiento. Algunos
de los servicios públicos y de los bienes comunes reciben un tratamiento
específico adecuado a la edad de este alumnado; es el caso de la protección
civil, la seguridad, la defensa al servicio de la paz y la educación vial.
En el currículo propio de Andalucía, el área
de conocimiento de Educación para la ciudadanía y los derechos humanos incluirá
específicamente la formación del alumnado en el funcionamiento de las
instituciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía y en el conocimiento del
Estatuto de Autonomía para Andalucía.
Incluye, además, como características
peculiares que impregnan todas sus áreas o ámbitos, aspectos relacionados con:
a) La igualdad real y efectiva entre hombres
y mujeres. El currículo permitirá apreciar la contribución de las mujeres al
desarrollo de nuestra sociedad y al conocimiento acumulado por la humanidad.
b) La diversidad cultural en todos los
ámbitos de la vida política y social.
c) El uso de las tecnologías de la
información y de la comunicación. Los medios tecnológicos son hoy día
herramientas esenciales para enseñar y aprender, por lo que su presencia debe
ser habitual en los procesos de enseñanza y aprendizaje. En este sentido, la
adopción de medidas para el impulso de la sociedad del conocimiento y, en
particular, la apuesta por la introducción de las TIC en el ámbito educativo,
constituyen una importante contribución de carácter social en Andalucía que
debe aprovecharse para la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje en
general.
d) El fortalecimiento del respeto de los
derechos humanos y de las libertades fundamentales y los valores que preparan
al alumnado para asumir una vida responsable en una sociedad libre y
democrática. El ejercicio responsable de estos derechos y deberes comportará
una preparación para los retos de una sociedad cambiante que requiere
ciudadanos y ciudadanas dispuestos a una convivencia basada en el respeto mutuo
y en la cultura de paz y no-violencia, capaces de reconocer y respetar las
diferencias culturales y que rechacen todo tipo de discriminación por razón de
nacimiento, de capacidad económica o condición social, de género, de raza o de
religión.
e) La adquisición de hábitos de vida
saludable y deportiva, la capacitación para decidir entre las opciones que
favorezcan un adecuado bienestar físico, mental y social, para sí y para los
demás, la educación vial, la educación para el consumo, la salud laboral, el
respeto al medio ambiente, la utilización responsable del tiempo libre y del
ocio y el fomento de la capacidad emprendedora del alumno.
Orientaciones
didácticas
Para concretar los criterios metodológicos de la etapa en unas
orientaciones didácticas más precisas que guíen el desarrollo de la actividad
educativa y los procesos de enseñanza propios de la educación para la
ciudadanía, se han tenido en cuenta las características de esta área de
conocimiento, es decir, las competencias que pretende desarrollar, los
objetivos que van a dirigir el proceso, la naturaleza de sus contenidos, su
tipología y la necesidad de interrelacionarlos. Este análisis del área y el
conocimiento de las características psicoevolutivas del alumnado al que va
dirigida nos llevan a proponer unas orientaciones didácticas que sirvan de base
para la posterior selección de métodos, técnicas y materiales concretos por parte
de los centros educativos a través de sus correspondientes órganos.
La Educación para la ciudadanía, como conjunto de conocimientos,
destrezas y actitudes que capacitan al alumnado para integrarse activamente en
una sociedad democrática, necesita disponer de un contexto de aula y centro en
el que los alumnos puedan practicar los conocimientos que pretendemos que hagan
suyos. Las experiencias reales y directas que ofrece un centro escolar
organizado sobre principios de participación y democracia poseen una gran
capacidad formativa en aspectos como el respeto mutuo, la solidaridad, la
cooperación, la creación de hábitos de autogobierno que faciliten los acuerdos
colectivos y los pactos, el respeto a lo pactado, el desarrollo del juicio
moral, la defensa de los derechos propios y el cumplimiento de los
correspondientes deberes. Para aprender a vivir en colectividad, es necesario
tener experiencias directas de vida en común y reflexionar sobre ellas,
especialmente en la etapa de la Educación primaria, en la que los conocimientos
deben construirse y formalizarse de manera inductiva a partir de experiencias,
hábitos y vivencias.
El aula constituye el primer espacio natural, dentro de la
institución escolar, en el que los alumnos deben vivir la convivencia democrática.
Crear aulas participativas, en las que se llegue a través del consenso a
establecer normas de funcionamiento que después deberán respetarse por todos,
constituye un paso importante al respecto. La asamblea de clase, en la que
paulatinamente se introduzcan más temas y mayor capacidad de decisión, puede
ser un instrumento básico en esta tarea, así como el reparto de
responsabilidades y la posterior rendición de cuentas que conlleva.
La participación democrática debe trascender las aulas para extenderse
a todo el centro, de manera que éste asuma una organización democrática que
constituya un microcosmos en el que sea posible enfrentarse dialógicamente a
los problemas de convivencia que la vida escolar genera. Elaboración
consensuada de normas de centro que se reflejen en el Reglamento de Régimen
Interno, participación de padres y madres y de otros sectores de la comunidad,
así como la vinculación con el entorno, son algunos de los pilares en los que
puede sustentarse este tipo de organización. Las actividades extraescolares no
pueden ser ajenas tampoco a esta perspectiva y, por tanto, deberán potenciar
valores democráticos y basarse en la participación y el diálogo.
La metodología participativa es uno de los elementos básicos de un
aula democrática. Dar participación al alumnado a través de propuestas abiertas,
planes y contratos de trabajo, actividades de autoevaluación, etc., supone
implicarle en sus propios procesos de aprendizaje, potencia que se haga cargo
de los mismos y que desarrolle estrategias metacognitivas con las que abordar
nuevos aprendizajes y desarrollar su capacidad de aprender a aprender.
El trabajo en equipo y las metodologías basadas en el diálogo son
instrumentos que facilitan el aprendizaje, al propiciar la interacción con los
iguales y colocar a los alumnos en situación de asumir metas educativas
compartidas y de tratar de alcanzarlas en un diálogo interactivo que busca
construir un saber compartido, a partir de conocimientos, opiniones y valores
individuales. El aprendizaje cooperativo nos puede ofrecer, entre otras, las
siguientes ventajas:
·
Los alumnos trabajan por y para
metas comunes, con lo que se cultiva la empatía, el reconocimiento del otro y
la valoración de los logros ajenos.
·
Los alumnos construyen sus ideas
sobre las ideas de los otros, fomentando la tolerancia hacia las ideas de los
compañeros y el respeto mutuo.
·
Se obtienen rendimientos más
elevados debido a la motivación que proporciona y al nivel superior de
razonamiento que promueve.
·
Se promueve la autoestima de los
alumnos, su interés por los temas colectivos y el sentimiento de ser capaces de
resolverlos conjuntamente. Aparecen así nuevas sensibilidades de tipo social.
·
Se va formando un sentido cívico
comunitario.
En un contexto de este tipo, la clase se constituye en una
comunidad de investigación en la que el profesor debe adoptar un papel de
mediador entre los alumnos y el conocimiento, interviniendo en el desarrollo de
los aprendizajes, proporcionando tareas apropiadas y ayudándoles a tomar
conciencia de las estrategias y los procedimientos más útiles para abordarlas.
Al plantear las actividades debe tenerse en cuenta el diferente
punto de partida de los alumnos, no sólo debido a sus características
psicológicas, sino también a sus distintas experiencias de participación
social, dado que el conocimiento de la realidad se articula en la interacción
de la experiencia previa del alumno y el conjunto de valores socialmente
compartidos. En este sentido, la metodología deberá adaptarse a los diferentes
puntos de partida que suelen conllevar también distintas motivaciones y
diferentes expectativas. Las adaptaciones metodológicas tendrán, pues, un
carácter compensador de la posible falta de experiencia de participación
social. A partir de este análisis, en términos generales, las metodologías
deben ser variadas, creativas y adaptadas a diferentes intereses y estilos
cognitivos. Del mismo modo, deben propiciar la actividad mental, una de cuyas
claves es la vinculación con las situaciones del entorno que puedan resultar
motivadoras
En esta etapa las actividades concretas deben incardinarse,
siempre que sea posible, en unidades de significado de mayor envergadura
(proyectos de trabajo, centros de interés, investigaciones de diferentes tipos,
etc.). Estas metodologías globalizadoras que parten del medio del alumno
potencian la capacidad de aprender al aportar motivación y contribuyen a
interrelacionar los contenidos conceptuales con los procedimentales y los actitudinales
dentro del área y entre diferentes áreas de conocimiento. Al interrelacionar
los conocimientos, se facilita que se dote de significado a lo que se aprende y
se aumenta su funcionalidad y su contribución a la adquisición de las
competencias básicas. En el desarrollo de estos temas globalizadores se
utilizarán técnicas y procedimientos como simulaciones, debates,
investigaciones, discusión de dilemas éticos, juegos cooperativos, diálogos a
partir de un texto, clarificación de valores, estudio de casos, etc., que
aumentarán la motivación al presentar una mayor vinculación con el entorno y,
por tanto, con las necesidades e intereses del alumnado. La vinculación de la
escuela con el mundo que la rodea y la deseable dimensión práctica del área se
potenciarán a través de estas metodologías.
Las tecnologías de la información y la comunicación deben jugar un
papel importante en esta área como herramienta cotidiana de las actividades de
enseñanza-aprendizaje y como instrumento para acercar el aula a las situaciones
reales que se quieren estudiar, favoreciendo así el intercambio de información
y el aprendizaje cooperativo con alumnos, aulas y centros que pueden aportarnos
otras realidades y otros puntos de vista. Las páginas web y el correo
electrónico pueden ser herramientas privilegiadas al respecto.
Al plantear cualquier actividad u organizar el funcionamiento del
aula, hay que tener en cuenta la respuesta emocional que propiciará en el alumnado
y las posibilidades de que ésta facilite o dificulte el aprendizaje. Todo
proceso de conocimiento se enmarca en un determinado clima afectivo y
sentimental, especialmente si se trabaja sobre elementos de la experiencia
individual o grupal y se utilizan metodologías cooperativas. Se dispone así de
un campo privilegiado para enseñar a reconocer los sentimientos y trabajar
sobre ellos.
El papel desempeñado por el profesor es un elemento muy importante
a la hora de llevar a la práctica metodologías y formas de organizar el aula en
las que debe darse la palabra a los alumnos. Un diálogo real y una
participación auténtica precisan actitudes acogedoras de respeto y aceptación
en el profesorado, quien, al mismo tiempo, tiene que señalar a los alumnos los
límites en los que deben actuar, como reflejo de los derechos y deberes de los
que son depositarios dentro de la institución escolar y, en general, en la
sociedad en la que viven y para la que se están preparando.
Orientaciones
para la evaluación
En
esta área, en la que procedimientos y actitudes tienen un gran peso, se deben
primar las técnicas de evaluación cualitativas.
A
través de la observación sistemática se puede comprobar si el alumnado mantiene
actitudes respetuosas y relaciones amistosas con los demás, si trabaja y
resuelve problemas de la vida cotidiana de forma autónoma y se responsabiliza
de sus tareas individuales y dentro del grupo o si es capaz de controlar sus
emociones y sus impulsos agresivos, aportando soluciones positivas en caso de
conflicto. Asimismo es la forma de conocer su grado de participación y
colaboración.
Un
instrumento útil de evaluación son los cuadernos del alumno, en el que se puede
valorar su trabajo cotidiano y del profesor, tanto para la planificación de
actividades, como para el seguimiento sistemático del trabajo del alumnado.
También
puede resultar útil la implicación de los alumnos y alumnas en el proceso de
autoevaluación, poniendo el énfasis en la verbalización de los procesos
(capacidad de describir, narrar, explicar, razonar, justificar.), ayudándoles a
observar qué han aprendido y cómo para que puedan aplicar estos aprendizajes a
situaciones diferentes que su vida diaria les plantee.
OBJETIVOS GENERALES DEL ÁREA
La Educación para la ciudadanía y los derechos humanos en esta
etapa tendrá como objetivo el desarrollo de las siguientes capacidades:
1. Desarrollar el conocimiento de uno mismo, la autoestima, la
afectividad y la autonomía personal en sus relaciones con los demás, así como
una actitud contraria a la violencia, los estereotipos y prejuicios.
2. Incrementar las habilidades emocionales, comunicativas y sociales
para actuar con autonomía en la vida cotidiana y participar activamente en las
relaciones de grupo, mostrando actitudes generosas y constructivas.
3. Conocer y apreciar los valores y normas de convivencia y aprender
a obrar de acuerdo con ellas. Apreciar el valor de la colaboración, el pacto y
la participación. Valorar las ventajas que nos aporta la concordia entre las
personas y las instituciones, la cooperación, la libertad de establecer pactos
y el respeto a los mismos. Estimar la importancia de la lealtad a la palabra
dada.
4. Reconocer la diversidad como enriquecedora de la convivencia,
mostrar respeto por las costumbres y modos de vida de personas y poblaciones
distintas a la propia.
5. Conocer, asumir y valorar los principales derechos y obligaciones
que se derivan de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la
Convención sobre los Derechos del Niño, de la Constitución Española y del
Estatuto de Autonomía de Andalucía.
6. Conocer los mecanismos fundamentales de funcionamiento de las
sociedades democráticas, valorando la participación en la vida ciudadana, el
papel de las administraciones en la garantía de los servicios públicos y la
obligación de los ciudadanos de contribuir a su mantenimiento y cumplir sus
obligaciones cívicas.
7. Conocer y valorar el carácter democrático y representativo de las
principales instituciones políticas de Andalucía y el deber que tienen de
servir a los intereses generales de los andaluces.
8. Identificar y rechazar situaciones de injusticia y de
discriminación, mostrar sensibilidad por las necesidades de las personas y
grupos más desfavorecidos y desarrollar comportamientos solidarios y contrarios
a la violencia.
9. Tomar conciencia de la situación del medio ambiente y desarrollar
actitudes de responsabilidad en el cuidado del entorno próximo.
Objetivos DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA
1. Reconocer
la importancia de conocerse a sí mismo y valorarse constructivamente.
2. Diferenciar
los rasgos de nuestra personalidad, nuestros sentimientos y las características
de nuestros actos.
3. Identificar
los aspectos fundamentales de lo que nos hace personas: tener dignidad, ser
sujetos de derechos y deberes, individuales y colectivos.
4. Reflexionar
sobre la capacidad de todo ser humano para cambiar y mejorar la forma de ser y
actuar.
5. Conocer
los conceptos de libertad y responsabilidad, comprender en qué consiste la
libertad exterior y la libertad interior y reflexionar sobre los límites de la
libertad.
6. Desarrollar
la capacidad de diálogo y reflexión sobre la resolución de problemas y
el trabajo en equipo y poner ambos en práctica.
7. Valorar
la importancia de las relaciones humanas como base de la convivencia y
comprender que para regular la vida en comunidad son necesarias las normas de
convivencia.
8. Descubrir
que en la sociedad actual convivimos personas de culturas diferentes y
reflexionar sobre la diversidad como enriquecedora de la convivencia.
9. Desarrollar
habilidades sociales para tomar una postura activa a favor del respeto a los
derechos de todos.
10.
Rechazar situaciones de injusticia, mostrando
sensibilidad para desarrollar comportamientos contrarias a la discriminación de
las personas.
11.
Analizar nuestras responsabilidades a nivel
personal y colectivo.
12.
Profundizar en los valores que caracterizan
nuestra sociedad y en nuestra libertad para decidir y actuar en consecuencia y
analizar los mecanismos de participación social y ciudadana como herramientas
de responsabilidad personal y colectiva.
13.
Reflexionar en torno a que las normas y leyes
de una comunidad deben buscar la justicia y la convivencia pacífica y mostrar
sensibilidad hacia las injusticias y las situaciones de desigualdad.
14.
Asumir y valorar los principales derechos y
obligaciones que se derivan de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, de la Convención sobre los Derechos del Niño y de la Constitución
española, del Estatuto de Autonomía de Andalucía
y estimular recursos e iniciativas para su puesta en práctica.
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS DE LA PROGRAMACIÓN
DIDÁCTICA (3 ER CICLO)
Y SU RELACIÓN CON LAS COMPETENCIAS BÁSICAS[1]
1. Aplicar
en situaciones concretas de la vida práctica el vocabulario relacionado con los
contenidos aprendidos en educación para la ciudadanía y los derechos humanos
con el fin de mejorar la autoestima, la afectividad, la libertad y la autonomía
personal en las relaciones con los demás compañeros. (C.B. 1, 5, 6, 7, 8).
2. Exponer
el significado que tienen las normas y leyes que regulan la convivencia,
aprendiendo a aplicarlas y a actuar de acuerdo con ellas (C.B. 1, 2, 5, 7, 8).
3. Describir
los mecanismos fundamentales de funcionamiento que poseen las sociedades
democráticas y su contribución a la formación en una ciudadanía responsable,
valorando el papel de las administraciones a la hora de garantizar los
servicios públicos como fórmula para lograr la cohesión social y una identidad
europea común. (C.B. 1, 5, 7, 8).
4. Exponer
de forma ordenada y asertiva la obligación que tenemos los ciudadanos de
contribuir al mantenimiento de la sociedad democrática y a cumplir con nuestras
obligaciones cívicas (C.B. 1, 5, 7, 8).
5. Utilizar
las tecnologías de la información y la comunicación para la búsqueda,
selección, organización e interpretación de informaciones sencillas sobre
diferentes documentos relacionados con los principales derechos y obligaciones
que se derivan de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la
Convención sobre los Derechos del Niño y de la Constitución española y del Estatuto de Autonomía de Andalucía (C.B. 4, 5,
7, 8).
6. Identificar
y analizar con claridad cuáles son las principales situaciones de injusticia y de discriminación que experimentan las
personas, colectivos y pueblos más
desfavorecidos y buscar estrategias y comportamientos de solución, realizables
a nivel personal, de centro y familiar (C.B. 5, 7, 8).
7. Participar
activamente en debates de clase en los que se expongan diferentes concepciones
de libertad y sus límites y en los que se identifiquen situaciones de
discriminación y desigualdad (C.B. 1, 5, 7, 8).
8. Identificar
los valores que caracterizan las diversas culturas de las principales
sociedades del mundo y analizar los mecanismos de participación social y
ciudadana que utilizan para garantizar la convivencia y la resolución de
conflictos (C.B. 1, 5, 6, 7, 8).
9. Plantear
preguntas coherentes sobre la pluralidad de formas de convivencia de la
sociedad y cómo esta diversidad puede enriquecer la convivencia (C.B. 1, 5).
10. Representar
escenas en las que intervengan instituciones con responsabilidades sociales
(como son el Parlamento, los ayuntamientos, etc) y escenificar mediante el
reparto de papeles las diferentes posturas que la pluralidad de la sociedad
utiliza para resolver conflictos o solucionar problemas (C.B. 1, 3, 5, 6, 7,
8).
11. Exponer
los mecanismos de participación ciudadana, cómo votar para garantizar el buen
funcionamiento social y qué estrategias emplear para movilizarse solidariamente
por causas que consideramos justas (C.B. 1, 3, 4, 5, 7, 8).
CONTENIDOS DEL
CURRÍCULO OFICIAL
Bloque 1. Individuos y
relaciones interpersonales y sociales
·
Autonomía y responsabilidad.
·
Valoración de la identidad
personal, de las emociones y del bienestar e intereses propios y de los demás. Desarrollo
de la empatía.
·
La dignidad humana.
·
Derechos humanos y derechos de la
infancia.
·
Relaciones entre derechos y
deberes.
·
Reconocimiento de las diferencias
de sexo. Identificación de desigualdades entre mujeres y hombres.
·
Valoración de la igualdad de
derechos de hombres y mujeres en la familia y en el mundo laboral y social.
Bloque 2. La vida en
comunidad
·
Valores cívicos en la sociedad
democrática: respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, cooperación y cultura
de la paz.
·
La cooperación como elemento de
cohesión social y base de la convivencia. Necesidad y ventajas.
·
La libertad de realizar pactos y
la voluntad de llegar a acuerdos. La necesidad y la responsabilidad de respetar
lo pactado.
·
La confianza como norma de
convivencia.
·
Las normas y leyes como expresión
de la voluntad del colectivo.
·
El respeto a los Derechos Humanos
y a la Constitución en todos los acuerdos.
·
Aplicación de los valores cívicos
en situaciones de convivencia y conflicto en el entorno inmediato (familia,
centro escolar, amistades, localidad).
·
Desarrollo de actitudes de
comprensión, escucha activa y solidaridad.
·
Valoración del diálogo para
solucionar los problemas de convivencia y los conflictos de intereses en la
relación con los demás.
·
El derecho y el deber de participar.
Conocimiento de los diferentes cauces de participación.
·
Responsabilidad en el ejercicio
de los derechos y los deberes individuales que le corresponden como miembro de
los grupos en los que se integra y participación en las tareas y decisiones de
los mismos.
·
La diversidad social, cultural y
religiosa. Respeto crítico por las costumbres y modos de vida distintos al
propio. Identificación de las situaciones de marginación, discriminación e
injusticia social.
Bloque 3. Vivir en sociedad
·
La convivencia social. La
necesidad de dotarnos de normas. Los principios de convivencia que establece la
Constitución española.
·
El Estatuto de Autonomía de Andalucía
como instrumento de nuestra convivencia democrática. Derechos y deberes que
establece. El carácter y funcionamiento democrático de las instituciones
políticas y ciudadanas: Ayuntamientos, Parlamento de Andalucía, etc. Su valor
representativo. Las instituciones como cauce de participación ciudadana y
política. La elección democrática de nuestros representantes.
·
Identificación, valoración,
respeto y cuidado de los bienes comunes y de los servicios públicos que el
Estado debe garantizar a los ciudadanos: Ayuntamiento, Comarca, Comunidad
Autónoma o Administración central del Estado. Valoración de la importancia de
la contribución de todos a su mantenimiento a través de los impuestos.
·
Hábitos cívicos. La protección
civil y la colaboración ciudadana frente a los desastres. La seguridad integral
del ciudadano. Valoración de los compromisos cívicos y solidarios al servicio
de la paz.
·
Respeto a las normas de movilidad
vial: actitudes y valores asociadas a las mismas. Identificación de causas y
grupos de riesgo en los accidentes de tráfico (peatones, viajeros,
ciclistas...)
CONTENIDOS DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA
Bloque 1. Individuos y relaciones interpersonales y sociales.
·
Autonomía y responsabilidad.
·
La empatía.
·
Rasgos de personalidad (abierto-tímido,
hablador, callado,…).
·
La autoestima como muestra de la necesidad de
respetarse a sí mismo.
·
La responsabilidad en la autoestima de los
demás, en la construcción de su identidad.
·
La colaboración y la ayuda mutua como
factores necesarios para el desarrollo personal y para la convivencia.
·
El papel que tienen los sentimientos y las
emociones en nuestra vida y en relación con los demás.
·
El esfuerzo y entrenamiento como actitudes
imprescindibles para lograr nuestras metas.
·
La acción como motor para poner en marcha
nuestros proyectos.
·
El autoconocimiento como fuente de
valoración y consciencia de la identidad
personal.
·
La inteligencia como factor fundamental para
triunfar como persona.
·
La actitud proactiva.
·
La libertad y la dignidad humana.
·
El significado de ser libre.
·
La libertad como ausencia de presiones
externas por parte de otras personas o del entorno.
·
La libertad como capacidad para tomar
decisiones.
·
Los límites de nuestra libertad: los derechos
de los demás.
·
El significado de ser persona: la dignidad
humana.
·
La evolución del concepto de dignidad hacia
su universalización.
·
El ser humano sujeto de derechos y deberes.
·
Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
·
Derechos humanos y derechos de la infancia.
·
Convención de los Derechos del Niño: los
derechos de la infancia y las situaciones de violación de los mismos.
·
Las relaciones entre derechos y deberes.
·
La resolución de problemas.
·
Las relaciones con los otros como base de la
convivencia: compartir, participar, resolver los conflictos. El valor de la
amistad.
·
Las diferencias entre sexos.
·
Técnicas para favorecer cambios.
·
Investigación sobre temas concretos (los problemas
más importantes de las personas…).
·
Elaboración y exposición oral y escrita de
argumentos razonados.
·
Investigación sobre realidades mundiales
relacionadas con la falta de libertad.
·
Análisis de los intereses y sentimientos
propios.
·
Análisis de las situaciones, los intereses y
sentimientos de otras personas.
·
Realización de debates sobre temas de
actualidad alternando las posturas defendidas como medio apara ponerse en el
lugar de otro.
·
Diálogo sobre temas de interés poniendo en
práctica la escucha activa, la asertividad y la empatía.
·
Identificación de ideas preconcebidas y
estereotipos.
·
Planificación, organización y desarrollo de
una exposición sobre los temas tratados.
·
Planificación y desarrollo de un trabajo en
equipo.
·
Identificación de desigualdades entre mujeres
y hombres en el reparto de tareas, en el acceso al empleo o en el ejercicio de
las diferentes profesiones.
·
Análisis de textos orales y escritos
procedentes de los medios de comunicación identificando mensajes
discriminatorios implícitos y explícitos.
·
Identificación de estereotipos en anuncios
publicitarios.
·
Identificación de estereotipos sexuales en el
desempeño de tareas domésticas y de distintas profesiones.
·
Análisis de las posibilidades y limitaciones
de hombres y mujeres en el desempeño de tareas domésticas y de algunas profesiones.
·
Lectura comprensiva y análisis de textos
trabajados en las unidades con claves interpretativas subjetivas diversas.
·
Identificación de indicadores verbales y no
verbales de autoestima baja.
·
Aplicación de técnicas para favorecer
cambios.
·
Búsqueda en el diccionario y en las
tecnologías de la información y la comunicación de la definición de conceptos
nuevos trabajados en las unidades.
·
Reflexión sobre situaciones concretas
planteadas en relación con algunos contenidos.
·
Análisis de las relaciones existentes entre
libertad y responsabilidad.
·
Identificación de las consecuencias de la
dignidad humana individual y colectiva.
·
Lectura comprensiva de textos relacionados
con los derechos humanos y derechos de la infancia.
·
Análisis de las relaciones entre derechos y
deberes.
·
Identificación de las consecuencias que puede
tener ignorar la responsabilidad sobre nuestros actos, sobre las personas, los
bienes y las tareas que nos corresponden.
·
Participación activa en actividades individuales
y colectivas de denuncia y sensibilización contra las injusticias y la
violación de los Derechos Humanos.
·
Reconocimiento de las cualidades propias y de
las de los demás.
·
Valoración de la participación, la
colaboración, del esfuerzo propio y el de los demás.
·
Interés por ponerse en lugar de otros.
·
Aprecio de los sentimientos propios y de los
demás.
·
Respeto y
afecto hacia los compañeros y hacia
los adultos.
·
Interés por conocer los problemas de las
personas y del mundo.
·
Aceptación y conocimiento de uno mismo, de
los aspectos positivos y las limitaciones de su carácter.
·
Reconocimiento de la necesidad de algunas actitudes
(escuchar, compartir, ayudar, confiar…) para favorecer la convivencia y las
relaciones de amistad.
·
Toma de conciencia de los valores y
sentimientos de los demás.
·
Aprecio por las semejanzas y diferencias
entre las personas.
·
Respeto de la diferencia y denuncia de
cualquier forma de discriminación.
·
Reconocimiento del valor de la empatía y
compasión como actitudes que favorecen la convivencia.
·
Reconocimiento del amor al prójimo como una
clave universal.
·
Valoración del servicio y la disposición
hacia los demás y el bien común.
·
Valoración y reconocimiento de nuestra
libertad y de la libertad de los demás.
·
Toma de conciencia de nuestras responsabilidades
a nivel personal y social.
·
Toma de conciencia del problema del agua en
el mundo.
·
Valoración de la igualdad de derechos de
hombres y mujeres en la familia y en
el mundo laboral y social.
·
Valoración de la identidad personal.
·
Reconocimiento y aceptación de los
sentimientos, comportamientos y rasgos de la personalidad propios.
·
Valoración del gran proyecto social para
garantizar la dignidad humana para todos en igualdad.
·
Valoración positiva de uno mismo.
·
Interés por mejorar en la forma de ser, como
fuente de progreso personal.
·
Valoración positiva de los demás.
·
Valoración de la proyección colectiva como
medio para alcanzar intereses comunes.
·
Interés por ejercer una actitud proactiva
frente al trato discriminatorio.
·
Reconocimiento del papel que tienen los
sentimientos y las emociones en nuestra vida y en la relación con los demás.
·
Reconocimiento del valor de la empatía como
medio para conocer los intereses y los sentimientos de los demás.
·
Reconocimiento y aprecio de que somos únicos
e insustituibles.
·
Reconocimiento de la dignidad humana como
gran valor universal.
·
Reconocimiento de la preocupación individual
y colectiva por desarrollar un proyecto urgente que garantice la defensa de los
Derechos Humanos.
·
Rechazo de comportamientos discriminatorios
por razón de sexo en la familia y en el mundo laboral y social.
·
Valoración de los derechos humanos como
vía para exigir a los demás y a nosotros
mismos comportamientos coherentes que garanticen la dignidad.
·
Reconocimiento del valor de los derechos
humanos como la forma más universal de organizar la convivencia.
Bloque 2. La vida en comunidad.
·
La vida en comunidad de las personas.
·
Valores cívicos en la sociedad democrática:
respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, cooperación y paz.
·
La cultura de la paz.
·
Los círculos de convivencia como imagen de
nuestras relaciones.
·
Las normas de convivencia que regulan los
conflictos derivados de la vida en comunidad.
·
Características de la convivencia en el
entorno inmediato (familia, centro escolar, amistades, localidad).
·
Características de la convivencia de las
personas de culturas diversas en la sociedad actual.
·
El derecho y el deber de participar. La
participación en el aula y en el centro: la elección de delegados.
·
Cauces de participación en el entorno.
·
La relación intrínseca de derechos y deberes:
los deberes nos responsabilizan en el respeto y protección de los derechos.
·
El deber con uno mismo, como primera fuente
de conciencia y respeto de ser personas.
·
La definición de buen ciudadano como persona
educada, responsable, justa, honrada y solidaria.
·
El sentido de la responsabilidad y de la
honestidad como manera activa de pensar en los demás.
·
La solidaridad como valor primordial de la
vida en comunidad.
·
El proyecto de ciudadanía como valor de
protección de los niños que son sujetos de derechos y diferentes obligaciones.
·
La diversidad social, cultural y religiosa en
la escuela, en el barrio, en la localidad. Igualdad de derechos y deberes en la
participación como miembros de una comunidad.
·
Cultura y multiculturalidad.
·
El gran proyecto de la humanidad: el bien
común, la convivencia pacífica, la libertad, la igualdad.
·
Búsqueda en el diccionario y en las
tecnologías de la información y la comunicación de la definición de conceptos
nuevos trabajados en las unidades.
·
Clasificación de los distintos derechos y
deberes de participación en la comunidad en función de categorías globales (de
imposición, compromiso y respeto).
·
Diferenciación entre normas justas e
injustas.
·
Identificación de indicadores y consecuencias
de vulneración de derechos en el entorno escolar y familiar.
·
Identificación de indicadores y consecuencias
de vulneración de deberes en el entorno escolar y familiar.
·
Análisis de situaciones de otras sociedades
en las que se vulnere el derecho y deber de participación en la vida de la
comunidad.
·
Planificación pautada de una campaña
preventiva sobre un problema social.
·
Planificación y desarrollo de un trabajo en
equipo en materia de sensibilización.
·
Análisis y contraste de los valores de
nuestra sociedad.
·
Reflexión sobre la defensa que se hace en
nuestro entorno de los derechos y normas que regulan la convivencia.
·
Planificación y desarrollo de una actuación
sobre el entorno.
·
Participación en coloquios acerca de lo que
significa ser buen ciudadano.
·
Identificación de indicadores de honestidad,
sentido de justicia y solidaridad.
·
Determinación de los efectos que tienen algunas
actitudes violentas, insolidarias y de aprovechamiento de los demás en su
entorno inmediato.
·
Comparación entre las costumbres y modos de
vida propios de su cultura y de otras culturas del entorno de su localidad,
identificando las semejanzas y diferencias más significativas.
·
Identificación de situaciones de marginación,
desigualdad, discriminación e injusticia social que tienen lugar en el entorno
inmediato (familia, centro escolar, amistades, localidad).
·
Identificación de los principales factores
que están en la base de la marginación, la desigualdad, la discriminación y la
injusticia social.
·
Identificación de los derechos y deberes de
los ciudadanos de participar en la vida política de la comunidad/es a la/s que
pertenecen.
·
Planificación y desarrollo de trabajo en
equipo en materia de cuidado del entorno escolar.
·
Identificación de las situaciones de
conflicto más frecuentes que tienen lugar en el entorno inmediato (familia,
centro escolar, amistades, localidad).
·
Análisis de problemas de convivencia del
entorno, presentes o pasados, que se han
resuelto mediante el diálogo.
·
Determinación de las ventajas y limitaciones
de los distintos cauces de participación en la vida de la comunidad.
·
Resolución de problemas cotidianos mediante
el respeto, la tolerancia, la justicia social, la cooperación y la cultura de
la paz.
·
Iniciativa en el trabajo personal diario
contra todo tipo de discriminación.
·
Esfuerzo por desarrollar actitudes
constructivas y activas contra la injusticia de la desigualdad humana
·
Valoración de las tareas y el esfuerzo
personal en el cumplimiento de obligaciones que benefician la convivencia.
·
Actitud crítica ante los valores dominantes
en nuestra sociedad.
·
Reconocimiento de la ciudadanía como proyecto
de construcción pacífica y justa de la convivencia.
·
Sensibilidad y respeto por la responsabilidad
y la buena educación como valores necesarios para convivir.
·
Predisposición al compromiso personal en un
quehacer solidario, honrado y justo.
·
Conciencia de desarrollar actitudes
favorecedoras del bienestar personal como medio para combatir el estrés.
·
Valoración de la disciplina en el
cumplimiento de obligaciones que benefician la convivencia.
·
Disposición a implicarse de manera individual
y colectiva en el cuidado de lo que compartimos.
·
Reconocimiento de la importancia y la
necesidad de normas para una convivencia ordenada, justa y pacífica.
·
Respeto crítico por las costumbres y modos de
vida distintos al propio.
·
Valoración positiva
de la convivencia en sociedad.
·
Conciencia de la necesidad de normas y leyes
para evitar abusos, injusticias y desigualdades.
·
Predisposición a desarrollar actitudes de
comprensión y solidaridad en las relaciones interpersonales.
·
Valoración del diálogo para solucionar
problemas de convivencia y conflictos de intereses en la relación con los
demás.
·
Sensibilidad y respeto por la diversidad de
cauces de participación en la sociedad.
·
Responsabilización en el ejercicio de los
derechos y los deberes individuales que le corresponden como miembro de los
grupos en los que se integra.
·
Conciencia de la importancia de conocer a los
demás para convivir en armonía.
·
Interés por desarrollar comportamientos
cívicos en aspectos como el cuidado del medio ambiente, del entorno y bienes
comunes.
·
Valoración de la diversidad social, cultural
y religiosa de su entorno.
·
Esfuerzo por resolver los problemas de
convivencia y de conflictos de intereses mediante el diálogo.
·
Responsabilidad ante las decisiones que toma
como miembro de la comunidad a la que pertenece.
·
Conciencia de las propias responsabilidades
sociales.
·
Participación activa en las tareas y
decisiones de los grupos en los que se integra.
Bloque 3. Vivir en sociedad.
·
La convivencia social necesita normas.
·
Normas de convivencia de nuestra sociedad: Normas
reguladas por la ley. Los principios de convivencia que establece la
Constitución española. Usos y costumbres.
·
El Estatuto de Autonomía de Andalucía
como instrumento de nuestra convivencia democrática. Derechos y deberes que
establece.
·
El carácter y funcionamiento
democrático de las instituciones políticas y ciudadanas: Ayuntamientos, Parlamento
de Andalucía, etc. Su valor representativo.
·
Las instituciones como cauce de
participación ciudadana y política.
·
La elección democrática de
nuestros representantes.
·
Bienes comunes y servicios públicos
·
Los impuestos.
·
Hábitos cívicos
·
La protección civil y la colaboración
ciudadana: la cultura de la prevención y la autoprotección.
·
El valor de la paz y de la seguridad. La
seguridad integral del ciudadano.
·
El problema del agua en el mundo.
·
Causas de los accidentes de tráficos.
·
Grupos de riesgo en los accidentes de
tráfico.
·
Identificación de los principales bienes comunes y servicios
públicos que los ciudadanos reciben del Ayuntamiento, de la Comunidad Autónoma
de Andalucía y de la Administración central del Estado (Educación, Sanidad, trazado
y mantenimiento de carreteras, eventos culturales, prestaciones por desempleo, etc.).
·
Determinación de las consecuencias que puede tener para
sí mismo y para la sociedad el impago de los impuestos correspondientes.
·
Participación en debates sobre la necesidad de los
impuestos para la sociedad.
·
Análisis de mensajes orales y escritos procedentes
de los medios de comunicación relacionados con alguno de los servicios públicos
que recibimos del Estado.
·
Determinación de los principios de convivencia que
establece la Constitución española y en el Estatuto de Autonomía de Andalucía.
·
Identificación de situaciones del entorno en las que
se vulneran los principios de convivencia que establece la Constitución
española y el Estatuto de Autonomía de Andalucía.
·
Búsqueda en las tecnologías de la información y la
comunicación sobre las formas en las que pueden colaborar los ciudadanos en
caso de desastre.
·
Búsqueda en los medios de comunicación de noticias
relacionadas con actuaciones de protección civil y la colaboración ciudadana en
algún desastre.
·
Determinación de los efectos de las campañas de
movilidad vial en la prevención de accidentes.
·
Identificación de las causas que están en la base de
algunos accidentes de tráfico.
·
Exploración de las emociones que provocan algunas
campañas de prevención de accidentes.
·
Participación en coloquios sobre las consecuencias
que puede tener ignorar las normas de seguridad vial.
·
Determinación de los principales grupos de riesgo en
los accidentes de tráfico (peatones, viajeros, ciclistas, etc.), identificando
las circunstancias que les hacen ser más vulnerables en estas situaciones.
·
Respeto a las normas establecidas
públicamente.
·
Aprecio, respeto y cuidado por los bienes
comunes y los servicios prestados por el Ayuntamiento, de la
Comunidad Autónoma de Andalucía y de la Administración central del Estado.
·
Conciencia
de la importancia de la contribución de todos al mantenimiento de los bienes
comunes y de los servicios públicos.
·
Valoración
de la importancia de los impuestos para mantener los bienes comunes y los
servicios públicos.
·
Predisposición
a desarrollar actitudes cívicas en aspectos como el cuidado del medio
ambiente y del entorno y en el cuidado de los bienes comunes.
·
Valoración de la defensa como un compromiso
cívico y solidario al servicio de la paz.
·
Respeto por las normas de movilidad vial.
·
Valoración del papel de la protección civil y
la colaboración ciudadana en los desastres.
·
Aprecio por las personas que se dedican a
garantizar la seguridad del ciudadano (defensa, movilidad vial, protección
civil, etc.)
CRITERIOS DE EVALUACIÓN (3ER
CICLO).
cURRÍCULO OFICIAL
1. Mostrar respeto por las
diferencias y características personales propias y de sus compañeros, valorar
las consecuencias de las propias acciones y responsabilizarse de las mismas.
A través de este criterio de evaluación se trata de valorar si el
alumnado manifiesta en sus comportamientos cotidianos un conocimiento de sus características
propias y si ejerce una autorregulación de sus emociones y sentimientos.
Asimismo, se pretende comprobar si reconoce los sentimientos y emociones en las
personas que lo rodean, si acepta las diferencias interpersonales y, en definitiva,
si se responsabiliza de sus actuaciones y adopta actitudes constructivas y
respetuosas ante las conductas de los demás.
2. Argumentar y defender las
propias opiniones, escuchar y valorar críticamente las opiniones de los demás,
mostrando una actitud de respeto a las personas.
Se busca evaluar, en las situaciones cotidianas del grupo clase,
la capacidad del alumnado de utilizar el diálogo para superar divergencias y
establecer acuerdos, así como de mostrar en su conducta habitual y en su
lenguaje respeto y valoración crítica por todas las personas y los grupos,
independientemente de la edad, sexo, raza, opiniones, formación cultural y
creencias.
3. Aceptar y practicar las
normas de convivencia. Participar en la toma de decisiones del grupo,
utilizando el diálogo para favorecer los acuerdos y asumiendo sus obligaciones.
Se valorará el grado de participación individual en las tareas del
grupo y el grado de cumplimiento de las tareas que le corresponden. Asimismo,
se valorará si en las relaciones personales, con sus iguales y con los adultos,
asume y practica las normas de convivencia, el diálogo y el respeto a los demás.
4. Conocer algunos de los
derechos humanos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
y en la Convención sobre los Derechos del Niño y los principios de convivencia
que recoge la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Andalucía;
identificar los deberes más relevantes asociados a ellos.
Este criterio pretende evaluar si se comprende la necesidad de
dotarse de normas para poder convivir armónicamente y si se conocen y valoran,
aunque sea de manera muy general, los derechos del niño, los derechos humanos y
los derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española y en el
Estatuto de Autonomía de Andalucía, de forma que reconozca su carácter
universal y su importancia como pilar básico de la convivencia. Naturalmente,
no se trata de que reproduzcan el texto de ninguna norma, sino de que sepan
explicar algunos de los derechos y deberes más significativos y su contribución
a una mejor convivencia.
5. Reconocer y rechazar
situaciones de discriminación, marginación e injusticia e identificar los
factores sociales, económicos, de origen, de sexo o de cualquier otro tipo que
las provocan.
Se trata de evaluar si ha desarrollado la capacidad de
identificar, reconocer y verbalizar situaciones injustas, tanto en su entorno
como a través de la información que proporcionan los medios de comunicación.
Asimismo, se valorará si identifica, poniendo ejemplos razonados, los factores
que provocan las marginaciones o discriminaciones de ellas derivadas y si
rechaza las consecuencias de las mismas.
6. Poner ejemplos de
servicios públicos prestados por diferentes instituciones, reconocerlos como un
derecho ciudadano y comprender la obligación de los ciudadanos de contribuir a
su mantenimiento a través de los impuestos.
En primer lugar, el criterio permite evaluar los conocimientos que
poseen acerca de los servicios públicos que los ciudadanos recibimos de las
administraciones. El alumnado deberá ilustrar ese conocimiento con ejemplos
referidos a servicios que prestan el Ayuntamiento, la Comunidad autónoma y la
Administración central del Estado y con argumentos sobre la importancia de la
calidad de la gestión de estos servicios para la vida de las personas. De la
misma manera, se pretende valorar si reconocen que los ciudadanos deben ofrecer
su contrapartida, colaborando en el mantenimiento de las instituciones y de los
servicios que éstas prestan a través de los impuestos.
7. Explicar el papel que
cumplen los servicios públicos en la vida de los ciudadanos y mostrar actitudes
cívicas en aspectos relativos a la seguridad vial, a la protección civil, a la
defensa al servicio de la paz y a la seguridad integral de los ciudadanos.
Se pretende comprobar si el alumno reconoce y sabe explicar,
oralmente y por escrito, la importancia que determinados servicios públicos (educación,
sanidad, abastecimiento de agua, transportes, etc.) tienen en el bienestar de
los ciudadanos. Asimismo, se valorará si asume la responsabilidad que le
corresponde como miembro de la colectividad en situaciones cotidianas o de
hipotético riesgo, y si muestra actitudes cívicas en aspectos como el cuidado
del medio ambiente y del entorno y en el cuidado de los bienes comunes.
8. Conocer y valorar el
carácter democrático de las principales instituciones políticas andaluzas:
Ayuntamientos, Parlamento de Andalucía, etc.
Se pretende evaluar el conocimiento por parte del alumno del
funcionamiento democrático de estas tres instituciones básicas de la política
andaluza. Deberá conocer la figura del alcalde y de la de los concejales como
representantes de todos los ciudadanos del municipio y como los defensores de
sus intereses y de sus derechos. Lo mismo respecto a los diputados autonómicos,
que asumen la representación plural del pueblo andaluz, y al presidente de la
comunidad autónoma, que ostenta la máxima representación de todos los andaluces.
El alumnado debe saber que su legitimidad les viene otorgada por los ciudadanos
y que deben rendir cuentas ante ellos de sus acciones. También debe conocer los
mecanismos básicos de los procesos por los que son elegidos y valorar el ejercicio
de participación y compromiso ciudadano que supone esta elección.
9. Reconocer, valorar y
practicar acciones de cooperación, colaboración, compromiso y pactos. Respetar
lo pactado: reglas, acuerdos, normas.
Este
criterio pretende que los alumnos reconozcan las realidades sociales cercanas,
algunas de ellas protagonizadas por ellos mismos, en las que se llega a un
acuerdo implícito o explícito por el que se actúa de modo acordado o pactado.
El reconocimiento explícito de esos acuerdos y la reflexión sobre ellos deben
llevar al alumno a una valoración moral de los mismos como algo que, en general,
favorece la vida en común y es provechoso para la convivencia. La voluntad de
llegar a acuerdos, frente a actitudes de intolerancia e insolidaridad, será
algo sobre lo que reflexionar y que se debe valorar por parte de los alumnos,
así como el resultado de los mismos formulado en pactos o reglas que deben ser
cumplidos por parte de todos los que han pactado. Se debe reconocer también que
los Derechos Humanos y la Constitución han de ser respetados en cualquier
acuerdo. Igualmente valoraremos la aplicación de estos principios en
situaciones prácticas donde los alumnos demuestren haberlos asumido moralmente.
Criterios de evaluación DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA
1. Explicar
que quiere decir triunfar como persona, describiendo de qué manera la
inteligencia, el esfuerzo, la responsabilidad, la colaboración y la acción son
necesarios para acceder al triunfo poniendo ejemplos concretos.
2. Explicar
la importancia de los sentimientos en nuestro desarrollo como personas y en
nuestras relaciones con los demás proponiendo ejemplos concretos.
3. Identificar
los valores fundamentales que tienen todas las personas por el hecho de serlo:
derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la educación, a la sanidad.
4. Asumir
las responsabilidades individuales y colectivas que conlleva la convivencia y
el ser sujetos de derechos y aceptar la corrección correspondiente en caso de
equivocación.
5. Identificar
los pasos necesarios para la resolución de conflictos.
6. Explicar
qué significa ser libres y responsables diferenciando entre la libertad
interior y la libertad exterior y explicando el papel de la libertad y la
responsabilidad en el proceso de toma de decisiones.
7. Participar
en acciones colectivas y de equipo que permitan el reconocimiento y valoración de
cada uno de los miembros y de sus diferentes culturas.
8. Mostrar
aprecio por algunas normas de
convivencia poniendo ejemplos de la vida cotidiana en los que se valora la
importancia de cumplirlas.
9. Exponer
razones sobre la necesidad de asumir un papel activo y responsable en la
defensa de los derechos y deberes, como pilares básicos de la convivencia.
10. Mostrar
rechazo por las generalizaciones, estereotipos y prejuicios poniendo ejemplos
concretos de la vida cotidiana en los que se denuncian.
11. Explicar
de forma razonada la contribución de los derechos humanos, del niño y de la
Constitución española a la convivencia, poniendo ejemplos concretos de alguno
de ellos.
12. Identificar
situaciones de discriminación, marginación e injusticia de su entorno,
mostrando actitudes de rechazo ante estas circunstancias.
13. Poner
ejemplos razonados de los principales factores que provocan las marginaciones y
las discriminaciones.
14. Explicar
la importancia de las vías de participación social como herramientas de
responsabilidad personal y colectiva.
15. Argumentar
la importancia de la calidad de la gestión de los servicios públicos.
16. Explicar
oralmente y por escrito la importancia de los servicios públicos en el
bienestar de los ciudadanos, poniendo ejemplos concretos de algunos de los que
ofrece el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma de Andalucía y la Administración
central.
17. Ejemplificar
algunas actuaciones cívicas que le corresponden como miembro de una comunidad en
situaciones cotidianas o de riesgo hipotético.
[1] En nuestro proyecto, el referente de las
competencias básicas se concreta en competencias específicas. Constituyen el
núcleo de los procesos de enseñanza-aprendizaje y evaluación. Para que se
aprecie nuestro compromiso mostramos la relación entre nuestras competencias
específicas y las básicas.
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