JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958)

Juan Ramón Jiménez nació en Moguer (Huelva). Estudió en el Puerto de Santa María y en Sevilla. Residió en Madrid, donde frecuentó los medios literarios de la capital. Se casó con Zenobia Camprubí, mujer de gran preparación intelectual, cuya abnegada e infatigable ayuda fue de incalculable valor para el poeta. Vivió sus últimos años en San Juan de Puerto Rico, dedicado por completo a la Literatura.
La vida literaria de Juan Ramón es un constante caminar hacia la poesía pura y simple, libre de artificio.

En sus primeras obras, Juan Ramón usa con preferencia el romance y escribe sobre temas populares y campestres. En su segunda época, las formas métricas  se hacen abundantes, los versos más musicales y se deja sentir en su obra la influencia del Modernismo. A partir de Diario de un poeta recién casado, la poesía de Juan Ramón Jiménez se hace cada vez más simplificada.

Su obra es muy extensa y se produce a través de una larga vida dedicada al cultivo de la poesía. Por este motivo, su estilo cambia y evoluciona. En líneas generales podemos decir que su estilo es exquisito, lleno de finura y sensibilidad.

ROMANCE

Ya están ahí las carretas...
Lo ha dicho el pinar y el viento,
lo ha dicho la luna de oro,
lo han dicho el humo y el eco...

Son las carretas que pasan
estas tardes, al sol puesto,
las carretas que se llevan
del monte los troncos muertos.

¡Cómo lloran las carretas
camino de Pueblo Nuevo!

Los bueyes vienen soñando,
a la luz de los luceros,
en el establo caliente
que sabe a madre y a heno.

Y detrás de las carretas
caminan los carreteros,
con la aijada sobre el hombro
y los ojos en el cielo.

¡Cómo lloran las carretas
camino de Pueblo Nuevo!

En la paz del campo van
dejando los troncos muertos
un olor fresco y honrado
a corazón descubierto.

Y cae el ángelus desde
la torre del pueblo viejo,
sobre los campos talados,
que huelen a cementerio.

¡Cómo lloran las carretas
camino de Pueblo Nuevo!

(De Pastorales.)


Vocabulario

Carreta. Carro largo, estrecho y más bajo que el ordinario, cuyo plano se prolonga en una lanza en que se sujeta el yugo. (Lanza. Vara de madera que, unida por uno de sus extremos al juego delantero de un carruaje, sirve para darle dirección. A sus lados se colocan, enganchándolas, las caballerías del tronco, que han de hacer el tiro).

Heno. Hierba segada, seca, para alimento del ganado.

Aijada. Aguijada. Vara larga que en un extremo tiene una punta de hierro con que los boyeros pican a la yunta, estimulando así a las bestias.

Ángelus. Oración en honor del misterio de la Encarnación. Las primeras palabras de esta oración son, precisamente, “Ángelus domini…” (El Ángel del Señor…). Se rezaba a la caída de la tarde y, actualmente, al amanecer y al mediodía.